viernes, 16 de octubre de 2015

Salud Ocupacional Silicosis

 Silicosis

La silicosis es una enfermedad causada por la inhalación de polvo de sílice cristalina que produce una inflamación y luego cicatrización del tejido pulmonar.

La sílice es uno de los minerales más abundantes en la corteza terrestre y es un componente mayor de la arena, piedras y minerales metalíferos.

La exposición del trabajador a las partículas de sílice cristalina se presenta en la mayoría de los terrenos rocosos.  Es común su presencia en la minería, canteras, construcción de túneles, manipulación de muchos minerales metálicos, albañilería y otros abrasivos.
La sílice es un componente principal de la arena por lo que las personas que trabajan con vidrio están también muy expuestas a este elemento.
El tamaño de la partícula de sílice es muy variable, siendo las más pequeñas las más peligrosas, ya que su tamaño micrométrico les permite permanecer en el aire, ser inhaladas por el trabajador y llegar a los pulmones donde quedan atrapadas.
Generalmente las partículas de sílice de tamaño inferior a 5 micras son las que con mayor facilidad llegan a los bronquios, donde se acumulan con el paso del tiempo dando origen a la temida silicosis.




Se conocen tres tipos de esta enfermedad:

Silicosis crónica:

Esta es la más común de las silicosis.  Este tipo de enfermedad se observa especialmente en la minería.  Se presenta normalmente después de 10 o más años de estar expuesto a polvo de sílice.  El silicoso tiene dificultad para respirar y se asemeja mucho a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

 Silicosis acelerada:

La silicosis acelerada se presenta en un período más corto de tiempo, cinco a diez años, y es causada por la exposición a cantidades mayores de sílice.

Silicosis aguda:
Se produce por la exposición durante corto tiempo (semanas o meses), a grandes cantidades de sílice.  Los pulmones se inflaman y se pueden llenar de líquido, provocando una grave dificultad respiratoria y bajos niveles de oxígeno en la sangre.


Los síntomas más frecuentes corresponden generalmente a tos crónica y dificultad respiratoria.  Otros síntomas que se presentan a menudo son fiebre, pérdida de peso, fatiga, pérdida del apetito, dolores en el pecho, falta de aliento luego de un ejercicio, etc.

Esta enfermedad lamentablemente es irreversible y puede causar invalidez física o la muerte.  No existe cura para esta enfermedad, pero es evitable en un alto porcentaje si los trabajadores y profesionales de la salud, colaboran para reducir las exposiciones a dicho contaminante.






Existen varias medidas que se pueden adoptar para evitar esta enfermedad.  
Algunas de ellas son: 

  • Control del aire en los lugares de trabajo, para medir la exposición del trabajador a la sílice cristalina.
  • Evitar que las partículas floten en el aire (ventilación, extracción, neblina de agua, etc.)
  • Usar elementos de protección personal
  • Capacitar al personal
  • Exámenes médicos a los trabajadores













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